La abrumadora mayoría absoluta del PP sumado a la hegemonía también cosechada en autonomías y municipios, deja un escenario de azul omnímodo que permite mostrar lo que aparentemente pareciese una realidad: que España es de derechas. Sin embargo, si nos alejamos de la superficialidad de todo ello y observamos los resultados, esta verdad deja de ser tan cierta.
El desastre del PSOE debe ser tomado como un punto de inflexión que presenta la oportunidad de observar con calma lo sucedido y entender porqué se ha llegado a tal situación, y lo primero que se debe desterrar de esa reflexión es culpabilizar a nadie de lo sucedido, y mucho menos cargar tintas contra el electorado, que recordemos, ha permitido las dos últimas victorias del partido socialista, y en cualquier caso debemos respetar la soberanía del pueblo, aunque no nos gusten los resultados. No es aceptable eso de que “sólo me gusta el fútbol cuando gana mi equipo”.
Los debates que se pueden generar a raíz de los resultados nos pueden hacer olvidar un factor decisivo, que sería negar la mayor, que no es otra que el excepcional contexto en el que nos encontramos en el ámbito económico. Es cierto que no todo se puede justificar con la crisis, sería responsabilizar de todo esto a factores externos y consecuentemente relajarnos creyendo que todo puede volver a la normalidad una vez hayamos pasado el trance sin apenas revisar las dinámicas de partido y de gobierno. Pero lo que está claro es que ha sido decisivo.
Opinar que Zapatero debía haber dimitido hace un año cuando Bruselas pidió un plan de ajuste, y considerar que ahora la situación sería diferente, tanto en los resultados como en la imagen del presidente, se peca en obviar un tema fundamental: una persona es presidente durante cuatro años sea el contexto que sea, y es perfectamente respetable (por no decir loable) que aun sabiendo las dificultades que se avecinan, decida con un alto sentido de la responsabilidad con su país y con los ciudadanos que le han votado, asumir su deber, que es gobernar.
Si estas elecciones han demostrado algo es que España no es un país de derechas, y lo digo siendo consciente de los 186 diputados del PP y su mayoría absoluta. Con una situación calamitosa, con unas encuestas absolutamente contrarias al gobierno, con una tasa de paro difícil, y con toda una extensa red de medios de comunicación que ejercen de voceros de la derecha día sí y día también, el Partido Popular apenas ha subido algo más de 500.000 votos respecto a 2008. Ha sido la caída del PSOE lo que les ha dado esa mayoría, y aun más, ha sido esa caída lo que les ha dado al resto de los partidos tantos diputados como tienen.
Los más de cuatro millones de votos que ha perdido el partido gobernante no se han ido a la derecha, todo lo contrario, se han ido a otras formaciones pequeñas de izquierda, cuyo discurso en muchas ocasiones iba dirigido más hacia una reforma política que económica. Incluso ese sector importante de votantes que han cambiado el voto en estas elecciones, predispuestos a apoyar a otro partido, no se han dejado seducir por la derecha, y han preferido otras formaciones antes de votar al PP. Por ello Izquierda Unida obtiene once diputados, UPyD cinco y Compromís-Equo uno, teniendo en cuenta la dificultad que tienen de obtener escaño con la ley electoral vigente. A todo ello, la mayoría absoluta del PP, se ha obtenido con menos votos de los que obtuvo el PSOE en 2008, y es que todo esto se explica por la enorme brecha abierta entre los dos principales partidos, que es de casi 16 puntos.
España no ha respondido mal, al contrario, ha respondido. Lejos de la habitual abstención que caracterizaba las derrotas del PSOE ha decidido votar, asumiendo la importancia que tiene, mostrando interés por la política implicándose en ella, y optando por formaciones pequeñas sin dejarse abrumar por la omnipotencia del bipartidismo. Me preocupar la mayoría del PP, pero intento desenmarañar una realidad que a lo mejor el artificio del triunfo de la oposición tapa y no deja ver: que España no es de derechas.
Pedro Reig Ruiz
El articulo me gusta, pero, no se si te has dado cuenta, que dejas a UPyD en buen lugar.
En mi opinión, seria importante un estudio, sobre el casi millon de votos que en 2008 votaron al PSOE y en 2011 votan al PP a mi parecer, es interesante se podria comenzar con un poco de limpieza en casa. ¿por quien empezamos? 🙂