Los movimientos socialdemócratas en el Reino Unido tienen como raíz la revolución industrial y la necesidad evidente para la clase trabajadora proletaria de tener un partido político defendiendo sus intereses y sus valores.
No obstante, consideramos que la fundación del Partido Laborista se hizo en el año 1900 cuando un grupo de sindicatos crearon un Comité para la representación laboral con el objetivo de tener una representación en política. Ese Comité se convierte en el Partido Laboralista durante las elecciones generales del año 1906 en las cuales entró en la Cámara de los Comunes. En aquel momento, el principal aliado político de los Laboristas es el Partido Liberal, pero al salir de la primera Guerra Mundial el “Labour” supera a sus aliados, y se convierte entonces en el primer partido de la oposición, frente a los conservadores. Esta posición permite al partido formar dos gobiernos, primero en 1924 y luego en 1929. Sin embargo, la crisis que emergió aquel año les debilitó mucho y el partido volvió a pasar a la oposición hasta el final de la segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el año 1945 marcó un giro en la historia de la socialdemocracia británica puesto que el Partido Laborista ganó las elecciones y empezó entonces a poner en marcha amplias reformas, como nacionalizaciones y un sistema de Estado Social.
Tras unos años en la oposición, los Laboristas volvieron al poder desde el año 1964 al año 1970, empezando grandes políticas sociales tales como la legalización del aborto, de la homosexualidad y aboliendo la pena de muerte. Es cierto que la derrota electoral de 1970 frenó las posibilidades de los socialdemócratas de mejorar aun más la sociedad británica, pero cuatro años después, Harold Wilson volvió a ganar las elecciones.
A partir de aquel momento, el Reino Unido empezó a vivir horas muy duras con el plan económico y social, enfrentándose a huelgas generales y una división de la sociedad tan profundad que no permitió a los Laboristas ganar más elecciones. Por lo tanto, en 1979, se vio la victoria de los Conservadores encabezando por Margaret Thatcher. Seguirán las derrotas de los años 1983 y 1992. Dos años después, un joven abogado llamado Tony Blair, fue elegido para liderar el Partido.
Desde entonces muchos cambios comenzaron. El primero de todos fue la desaparición, en los estatutos del partido, del compromiso a luchar por el colectivismo de la economía entera, aceptando entonces, la economía del mercado y las tesis liberales. Tras 18 años en la oposición, los Laboristas volvieron a ganar elecciones en 1997. El último cambio fue la emergencia de un nuevo modelo político, la “tercera vía”, es decir una mezcla entre una tendencia liberal y otra más socialdemócrata. Con este modelo, el Partido Laborista volvió a ganar en el 2001 y en el 2005. Tras la dimisión de Tony Blair en el 2007, Gordon Brown le sucedió como primer ministro.
Hoy en día, el Partido, encabezado por Ed Miliband está de nuevo en la oposición.
Cabe destacar que la orientación, a veces llamada “social-liberal” de los Laboristas no es nada más, al fin y al cabo, que la continuación lógica de un partido que desde su origen rechazó la ideología marxista por la defensa de un sistema democrático parlamentario y plural.
Gaelle Lecomte
Secretaria de Política Internacional de JSCh