Falta mucho, pero falta poco. Aunque todavía estemos en septiembre, la actividad política municipal y autonómica pivotará in crescendo en torno a las próximas elecciones de mayo de 2019. Entre otras cosas, como candidaturas o programas, durante los próximos meses veremos cambios en la actitud y formas de dirigentes y partidos del Ayuntamiento, y aparecerán por arte de magia colectivos, que aunque ignorados durante los años anteriores, volverán a ser parte del debate como potenciales votantes. La juventud será uno de estos colectivos predilectos que no faltará en la estrategia de todos los partidos. Ahora bien, los jóvenes, y en general los votantes, deben analizar si se les ha atendido adecuadamente, es decir, si se les ha tenido realmente en cuenta en la elaboración de los presupuestos, en los programas que se han puesto en marcha o en los debates municipales. Si no hay una correspondencia entre las políticas llevadas a cabo en los últimos años y su inclusión en el debate electoral, será puro maquillaje y propaganda política.
Tres años después de la llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento ya hay datos suficientes para constatar el nivel de cumplimiento de sus compromisos políticos, pero también el comportamiento del resto de los grupos en la oposición en materia de juventud. Si algo ha llamado la atención durante estos años, tanto en el Ayuntamiento como en las Juntas de Distrito, ha sido la falta de interés y de ideas, y en general la desidia, que tanto gobierno como la derecha política (azul y naranja) han demostrado en materia de Juventud. Los que hemos tenido la suerte de ser representantes del Partido Socialista durante esta legislatura, creímos que la salida del Partido Popular del Ayuntamiento tras 24 años de gobierno continuado era una oportunidad para cambiar las políticas municipales. Aunque los resultados no nos fuesen muy favorables, hemos tenido una posición desde el inicio activa y propositiva y, entre otras cosas, hemos querido avanzar en materia de juventud, pero…nos hemos quedado solos.
Podríamos partir del hecho de que no exista ninguna concejalía con esta denominación expresa (Concejalía, sí Dirección General), pero sería lo de menos si en los presupuestos municipales se recogiesen políticas para jóvenes. Pero tampoco ha sido así. En 2017, de los 4.487 millones del Presupuesto, apenas un 0,1% fue destinado a ello. Un dato bastante relevante para calibrar el interés de Ahora Madrid en sus tan alabados jóvenes. Tampoco se ha puesto en marcha el Consejo de la Juventud de la Ciudad de Madrid (no confundir con el Consejo Sectorial de Juventud) que hubiese sido un instrumento muy útil de participación política y representación de los jóvenes para, entre otras cosas, diseñar programas específicos en los distritos. Llama la atención que sí que se haya constituido en la Comunidad de Madrid y no en el ayuntamiento. Tampoco se ha elaborado ningún Plan Joven, donde se analizase la situación de la juventud madrileña, y enmarcar y organizar como respuesta a ello una serie de objetivos, programas y recursos. Por cierto, ambas cosas, el Consejo y un Plan joven, fue una propuesta del PSOE, en una misma iniciativa aprobada (y no realizada) en el pleno del Ayuntamiento de Madrid en diciembre de 2015. Pero ante todo, lo que más sorprende, es que esto de la juventud, parece que era un tema exclusivo del Partido Socialista. El consistorio no hubiese debatido en tres años sobre políticas juveniles si no hubiese estado el grupo municipal socialista detrás de ello. Ni Ahora Madrid ni Partido Popular ni Ciudadanos, han tenido entre sus prioridades las políticas de juventud.
Si nos trasladamos a las Juntas de Distrito, el panorama ha sido el mismo, y en concreto en Chamberí, las políticas juveniles han estado tradicionalmente condenadas. Durante años, desde 2001, los distritos de Madrid se han beneficiado de un programa juvenil denominado “La tarde más joven”, que por alguna razón quedaron al margen Chamberí y Moncloa. Ya en 2008 y 2009 el Grupo Municipal Socialista de Chamberí pidió a la Junta Municipal de Distrito que nos incorporásemos a este programa (sin éxito) y desde el inicio de esta legislatura volvimos a pedirlo, apenas unos meses después de su inicio, en el pleno de mayo de 2016. De nuevo, pero esta vez Ahora Madrid en el gobierno, se resistían a querer enmendar la situación de exclusión que padecía Chamberí respecto del resto. Nuestra proposición fue aprobada, a pesar de Ahora Madrid que se abstuvo, y en septiembre de ese mismo año lo conseguimos, empezó a funcionar después de muchos años. Duró poco. En enero, Marta Higueras, responsable de esta área, anunció su supresión de todos los distritos de Madrid. La excusa esta vez era su sustitución por un programa de intervención socioeducativa, no siendo por tanto un programa juvenil, y que en cualquier caso no iba a tener nuestro distrito (es el programa “Quédate” y solo lo tienen 10 de 21). Tanto en febrero de 2017 como en septiembre de 2018, seguimos dando la tabarra con este asunto en la Junta, pidiendo un programa juvenil, pidiendo alguna actuación en este sentido, preguntando sobre las intenciones en esta materia, y denunciando la desidia con la que han abordado este tema.
Y así nos hemos quedado, sin programa juvenil, ni en Chamberí ni en ningún sitio. Las excusas de Ahora Madrid han sido constantes desde 2015: que si no iba a tener mucho éxito, que si la gestión del programa tendría que ser diferente, que si no cuenta con el tejido vecinal asociativo, que si la gente que lo lleva son solo guías y no dinamizadores, etc. Y por parte de los dos concejales que ha tenido nuestro distrito estos años, intentos de confusión constante con tal de no decir abierta y públicamente que no tenían intención alguna de implantar ningún programa juvenil. Algo demasiado contundente como para después apelar a la juventud en periodo electoral, claro. Ahora que se aproxima ese momento, ahora que volverá la Juventud a ser el colectivo favorito de Ahora Madrid, ahora que dirán que han estado presentes en todos sus pensamientos (que no presupuestos), y todo con mucha ternura y corazones. Quizá, es el momento de pedirles cuentas, de decirles que el trato afable y casi maternal con el que se dirigen a nosotros, la Juventud, no es suficiente. Y como dice un refrán, que ellos mismos han utilizado en una campaña reciente, “hechos son amores”. Pues eso, hechos.
Pedro Reig
Vocal Vecino del Grupo Municipal Socialista de Chamberí