Parafraseando unas palabras de Eduardo Galeano quiero invitarles a nuestra Comunidad al revés.
Bienvenidos a la Comunidad y ciudad de Madrid, donde todo es negro, pero todo se ve blanco, donde todos sueñan por no abrir los ojos, donde todos queremos parecer ricos para no tener que pensar qué pasaría si fuéramos pobres.
Se encuentran ustedes en la ciudad más justa de las injustas, la más inclusiva de las segregadas, la más pública de lo privado y la que más se esfuerza por pensar que no piensa en todos y cada uno de nosotros, sus ciudadanos.
De nuevo les doy la bienvenida a la comunidad al revés.
Si ustedes deciden dar un paseo por el maravilloso metro de Madrid (que de tan bien que funciona y tan felices que son todos allí: vuela, siempre y cuando a sus trabajadores no les hayan decidido volver a bajar el sueldo y se encuentren en huelga) podrá apreciar un sublime mundo de imágenes durante su viaje. Imágenes de que debemos respetar a nuestros profesores (aunque no invertimos apenas nada en ellos), imágenes de el cuidado de nuestros mayores y discapacitados, (aunque se haya obstaculizado la asignación de la ley de dependencia todo lo que se ha podido), y de cómo promovemos el transporte público, (gastando todos los impuestos de los ciudadanos en autopistas de peaje y en no generar ni un solo carril bici).
También pueden decidir dar un paseo por el Centro, quizá les guste ver la plaza de la Puerta del Sol (donde se encuentra el palacio de la Presidenta), recientemente reformada, ideal si quieren ustedes tomar el sol, puesto que no encontrarán en toda la superficie ni una sola sombra, (dicen las malas lenguas que el granito que se apodera de Madrid quema las raíces de los árboles). Conocido este espacio pueden caminar por la Carrera de San Jerónimo en dirección al Congreso de los Diputados para seguir apreciando la belleza granítica del suelo madrileño. En esta zona deben tener cuidado porque pueden encontrar algo de basuras en las calles, y es que dicen que Madrid está sucia por los pobres que habitan en ella (menos mal que nuestra sufrida concejala de Medioambiente no desperdicia el dinero en esa gente y sí en reformar el palacio del Ayuntamiento por sólo 96 millones de euros, más los más los 367 millones que pagó por el edificio).
Quizá, si ya han cogido un poco de este tono tostado madrileño (de lo quemados que estamos), podría usted ir a visitar la calle Serrano, cuyas aceras han sido últimamente acrecentadas para que los peatones de esta zona tan popular y habitual (para los ricos) de Madrid, pero por favor tenga usted cuidado y mire por donde pisa (dicen que algunas losas inauguradas hace menos de un mes ya están sueltas o rotas).
Si después de paseo quieren seguir conociendo nuestra ciudad pero se encuentran cansados, no desesperen pueden acudir a sus casas y encender el canal de Telemadrid, donde podrán seguir conociendo la realidad irreal de nuestra grande y libre Comunidad.
Y es que como decía Goebbels: “Una mentira 100 veces repetida se convierte en realidad”.
¡Bienvenidos a la Comunidad y a la ciudad de Madrid! ¡Bienvenidos a nuestra mentira particular!
Marina Pascual
Me ha gustado mucho, muy bueno!!