Se retoma de nuevo desde Juventudes Socialistas de Chamberí (JSCh) el cineforum, estableciendo para sus primeras películas una temática común, la guerra civil española.
Este ciclo se concibe como una forma de aprovechar esta actividad cultural para poder entender, en la medida de lo posible, un periodo intenso y complejo en la historia de nuestro país, a través del cine, arte y disciplina que en los últimos años ha tenido especial consideración hacia este tema, apareciendo multitud de títulos.
Aun así no hay que entender la proyección de estas películas como un simple recorrido lúdico por nuestra más reciente filmografía, sino como una reivindicación a explicar e investigar una guerra, que ya se percibe intencionadamente lejana y desconocida, pero que tuvo profundas consecuencias para la historia venidera de nuestro país, así como el origen de algunos de los problemas que aún hoy siguen persistiendo en España.
Este ciclo en su conjunto tiene el propósito implícito de sumarse a la iniciativa del gobierno, partidos políticos, asociaciones culturales y ciudadanas, así como instituciones académicas, de investigar y dar a entender un hecho fundamental que durante tres años paralizó a España y acaparó la atención de todo el mundo, siendo como fue, un hecho nacional, pero también internacional. No es baladí este esfuerzo general que se está haciendo, rompiendo el tabú que suponía este hecho para la sociedad española, que no era otra cosa que la aguda persistencia del silencio impuesto por quienes culminaron con éxito una cruel guerra que ellos mismos crearon. En ello la Ley de la Memoria Histórica ha jugado un papel fundamental, contribuyendo a romper esas cadenas en la memoria colectiva de los españoles, y renunciando a las falsedades y los embustes de un régimen anterior, que se basaba en ellos para legitimar su santa cruzada.
Paradójicamente en estos momentos, que la sociedad española respira aires de libertad, y cuando más preparado está el conjunto del país para abordar esa ingente tarea de reconstruir su pasado enterrado, ha aparecido una oposición paralela cuya reacción ha llevado consigo intentar volver a establecer una ficción histórica cuyo propósito fundamental es entorpecer las investigaciones, disminuir las estremecedoras conclusiones que van surgiendo, e incluso, y sin ningún tipo de rubor, justificar el golpe de Estado del 36 y la dictadura posterior.
Ante este hecho absolutamente contrario al espíritu constitucional y democrático, que después de muchos años por fin se ha alcanzado, debe responderse con contundencia y sin titubeos, rechazándolo y condenándolo, y más aún si cabe en estos momentos de acometidas de la extrema derecha que en muchos países están posicionándose con fuerza, y a ello va destinado la modesta aportación que este ciclo.
Pedro Reig Ruiz
Secretario de Cultura
Viendo esta impresionante obra de Picasso, me ha venido una reflexión que he querido compartir con vosotros. ¿Alguien sabe por qué maldita razón los dos mejores representantes de la literatura nacional del siglo XX, Machado y Lorca, los dos mejores estadistas, Azaña y Negrín (Negrín aparte de poliglota, fisiólogo, economista y maestro de dos premios Nobel era socialista, aunque le expulsáramos en vida), y el mejor pintor, probablemente y con permiso de Velazquez, de la historia del arte universal están enterrados en Francia o en el caso de Lorca en una fosa? Luego dirán que porque algunos tendemos a sentir picores cuando nos preguntan por nuestro orgullo nacional.
Jorge, están lejos de España porque a través de la cultura, la ciencia, la política y el arte representaron una nueva sociedad que daba valores democráticos, los de igualdad, libertad y la fraternidad entre los ciudadanos y ciudadanos de nuestro país.
La derecha se creía la única con derecho a la educación , la única con derecho a imponer una fe, la unica con derecho a tener un estado de bienestar. E intentaron arrancar esas ideas cortando por lo sano, y matándolas a pisotones.
Por suerte , esas ideas, esas obras, esos valores perduraron en la historia y hoy los recogemos , herencia de nuestros padres (madres) y abuelos (abuelas) para seguir llevándolos adelante y haciendonos recordar por qué fueron exterminados y por qué daban progreso. .